Fuente: http://tecnica-militar.fateback.com
Autor: W.Heidkamp
Este pequeño revólver, proviene de otros anglosajones (sobre todo el S&W del 38 ), como una copia nacional pensada para autodefensa y dirigida como segunda arma a militares, policías y particulares en posesión de la licencia de armas tipo B.
Es de acero con cachas de madera (las cuales pueden ser fácil y rápidamente sustituidas por otras de neopreno, plástico o goma) con cilindro de cinco recámaras y cañón de dos pulgadas.
Aunque el arma es de un tamaño pequeño, la confección completa en acero, hace que el peso sea elevado, y próximo a los 750 gramos.
La munición de este revólver es la bien conocida "38 Special" que no es sino un cartucho algo más largo y con mayor carga propelente que el 38 anglosajón. (El calibre viene expresado en pulgadas: 0.38 pulgadas).
Este calibre es considerablemente potente, y convierte a este pequeño revólver a un rival a tener en cuenta. Por comparar, es bastante más potente que un 9 parabellum por ejemplo. Esto hace que el cilindro sea de cinco recámaras en vez de seis como en muchos otros revólveres. (El menor diámetro también ayuda a reducir la anchura del arma y facilita su portabilidad y camuflaje en un bolsillo o en una funda interior).
Este arma es un arma exclusivamente de defensa cercana. Por eso el tamaño es reducido y el calibre es potente. (Comparad el tamaño con la palma de mi mano)
No es un arma para tiro de precisión, carece de miras adecuadas, el cañón es demasiado corto y el retroceso hace que se levante de la boca de fuego a cada disparo.
Carece de alza, siendo éste sustituída por una ranura longitudinal, pero en este revólver esto es lo de menos. Su utilización está prevista para tiro rápido a muy corta distancia cuando la vida te va en ello, y en ese papel es de suponer que los potentes cartuchos ayudan bastante.
De hecho existen en este calibre unos cartuchos especiales blindados en acero de punta cónica capaces de atravesar con facilidad las puertas de un coche en caso necesario.
En tiro este revólver, no es preciso ni fácil de apuntar. La propia longitud del cañón (dos pulgadas) nos indica que esta no es su finalidad.
Carece de ningún tipo de seguro manual, pero en el caso de que el arma no esté perfectamente acerrojada (alojado el cilindro con su eje en el alojamiento) quedará bloqueado el disparo.
El arma puede dispararse desde la posición de martillo abatido o amartillada. En el caso de martillo abatido, conforme presionemos el disparador el cilindro irá girando hasta alinear la siguiente recámara con el cañón y el grano de fogón. Si actuamos con el pulgar sobre el martillo llevándolo a la posición atrasada, conforme atrasamos el mismo, se alineará automáticamente una nueva recámara como en la forma descrita anteriormente. En este segundo caso, la presión necesaria a ejercer sobre la cola del disparador (gatillo) será de menos de la mitad, por lo que un descuido puede suponer un disparo accidental.
Para descolgar el cilindro de recámaras múltiples (vulgarmente llamado tambor) basta con presionar en el sentido longitudinal del arma un resorte en el lado izquierdo (visto del tirador hacia el cañón) que liberará el mismo. El acceso y la recarga es muy sencilla. Para extraer las vainas percutidas basta con presionar hacia nosotros el eje del cilindro, que arastrará todas las vainas hacia el exterior. Basta entonces con inclinar el revólver para que caigan de sus recámaras.
El acero base está pavonado en negro, pero como es habitual en muchas armas españolas, este pavonado es de mala calidad, por lo que (como en el arma mostrada) con el roce y el sudor o en ambientes salinos o ácidos, el óxido aflorará antes o después.
Este revólver es absolutamente fiable en tiro, como casi todos los revólveres. El único elemento que tendremos que vigilar sobre todo en armas más usadas, es que el eje del cilindro esté perfectamente apretado (girándolo como un tornillo con la mano). De lo contrario, si se afloja, el cilindro quedará bloqueado en su alojamiento.